El NIÑO DIOS DE SOTAQUI Y LA FIESTA RELIGIOSA
EL NIÑO DIOS, HISTORIA, TRADICIÓN Y ORIGEN DE LA LEYENDA
Esta se entreteje en torno a la manera cómo la imagen del Niño Dios fue encontrada por una anciana del lugar.
La leyenda acerca del origen fue recogida por el Padre Félix Alejandro Cepeda, párroco de Sotaquí entre 1883-1887, de la tradición oral y consignada por él en el libro de Crónicas de la parroquia a fin de dejar constancia oficial y escrita de dicho suceso, además, fue este sacerdote el primer precursor de la novena al Niño Dios . El relato que nos entrega el referido sacerdote en el citado libro es el siguiente:
"Vivía en Sotaquí a principios del siglo XIX una buena anciana llamada Antonia Pizarro, más conocida con el apodo de Naranjo. Dicha señora era buscada desde largas distancias por las personas que tenían algún deudo enfermo, pues gozaba de alta fama como médica de hierbas y sustancias medicinales; pues en esta comarca eran desconocidas en aquel entonces el facultativo y la botica. Un día fue llamada a visitar un enfermo en la estancia del Romero en las inmediaciones del río Hurtado. En el mismo paraje había una majada de cabros a quienes pastoreaban dos niños de corta edad. Fijándose bien notó que jugueteaban con otro más pequeño que estaba casi desnudo, pues tenía sólo un ligero paño femural y lo hacían saltar de un cordel. Ella lo creyó un niño vivo, se acerca y nota con sorpresa que es una perfecta y graciosa imagen del salvador del mundo en su edad de niñez. Recobra la serenidad de espíritu, sólo pensó en adquirir esa imagen del niño Jesús que tanto la había cautivado. Después de repetidas insistidas logro que se la regalaran".
Lo narrado en torno a la manera como fue encontrada la imagen del Niño Dios corresponde a una explicación que linda en lo sobrenatural. Creemos que pueden barajarse otras más acordes con la realidad histórica. Es probable que Doña Antonia la haya encontrado en sus andanzas por el valle del Limarí, puesto que en la zona habitaba gente poderosa que mantenía en sus haciendas , oratorios o capillas con imágenes sacras que compraban en La Serena, a mercaderes que conocían muy bien las devociones piadosas de sus clientes. También es posible que a Doña Antonia se la haya regalado algún paciente agradecido por haberle mejorado de una grave dolencia. Esta imagen no presenta señales de haber estado a la intemperie, pues muestra buen estado de conservación y no ha sido restaurada.
Los campesinos pedían lluvias y abundantes cosechas. Los peregrinos que allí acudían, siempre llevaban algún donativo como presente al Niño Dios.
La última heredera fue la señora Josefa Torres de Toro, quien continúo propagando el culto a la imagen en su casa, en la quebrada de los Naranjos. Fallecida la señora Torres, en una cláusula de su testamento legó a la Iglesia de Sotaquí la imagen del Niño Dios. Los herederos se negaron a entregarla durante algún tiempo por motivos de índole afectivo o bien por índole de interés económico por los conceptos de dineros recibidos por mandas o donativos.
La negativa de los señores Toros contravino las disposiciones legales, testamentarias y pastorales (culto de acuerdo a lo dispuesto por la Iglesia). Todo esto provocó un conflicto entre la Diócesis y los señores Toros, herederos emotivos de la imagen.
El problema duró aproximadamente un año, es decir casi todo 1873, y se manifestó a través de un intercambio epistolar entre el Obispo, el cura párroco y los señores Toro. (1) (ver carta)
En una de estas cartas los señores José y Domingo Toro, solicitaron la autorización del Obispo para erigir un oratorio público al Niño Dios en un terreno de su propiedad para así fomentar la devoción a la imagen según las disposiciones de la Iglesia en el particular. El Obispo respondió esta carta a través del cura párroco en la indica que no se autoriza la petición da la familia Toro. (4)
A través de estas cartas, el 18 de septiembre de 1973 se llegó a un acuerdo con el marido de la Sra. Josefa de Toro, entre la Diócesis y la familia, para así evitar entablar demandas judiciales. (ver carta)
Don José Toro hizo devolución de todos los dineros y especies que tenían en su poder, procedentes de las ofrendas hechas al Niño Dios, y el 1O de diciembre de 1873, el señor Toro, en presencia de algunos vecinos importantes de la localidad, hacía entrega de la imagen del Niño Dios al Cura párroco de Sotaquí Pbro. Pablo Lafargue. (ver carta)
Finalmente, el 22 de diciembre del mismo año, por intermedio de un decreto, el Obispo autorizó que se realizara en forma pública la función en honor del Niño Dios de Sotaquí. De tal modo que, en enero del año siguiente, se organizaba la primera fiesta oficial en homenaje al Niño Jesús. (1)
LA OBRA PÍA DEL NIÑO DIOS DE SOTAQUÍ (1873-1891)
Para mejorar la obra pía, en 1875 la comisión acordó nombrar a don Fernando Lorca como mayordomo, con el objeto de mejorar la administración de la obra.
Más tarde, en 1883 en vista que la devoción y romería al Niño Dios iban en aumento, como también los ingresos por conceptos de mandas, el prelado ordenó que con los dineros recaudados se fundara en el pueblo una escuela parroquial de instrucción primaria gratuita, para niños hombres, la que se abriría al público en marzo de 1884 y la que funcionó hasta la década de los años 60, cuando se inauguró la actual escuela pública ubicada en la población CORVI. (1)
También es importante destacar que el templo actual, es de estilo corinto, iniciado en 1896 y bendecido en 1898, siendo cura párroco don José Gabriel Cortés Alcayaga y fue construido con los aportes de dineros provenientes de las mandas y limosnas obtenidas por la curia durante la fiesta del Niño Dios y construido por albañiles españoles.
Su diseño arquitectónico original se basa en antiguas y típicas iglesias medievales europeas en forma de cruz, con un estilo corintio, este templo mide aproximadamente 12 mt de largo por 12 mt. de ancho, en su interior se destaca su cielo, con arcos de maderas y vigas a la vista y pequeños maderos que forman un cielo compacto, se destacan 2 columnas que hacen de soporte para ubicación de coro a 4 mt. de altura. Su piso es de madera de pino Oregón, de un color rojo tierra, gracias al encerado preparado con restos de velas, cera de abeja, parafina y tierra roja
En su interior se ubicaban 2 ambones de madera ubicados a 2 mt. de altura a ambos lados presbiterio.
Sus paredes son de adobes, en algunos sectores de frontis son de adobes amarrados por vigas de madera, la base de las paredes son de piedra canteada. en la nave se pueden apreciar 4 grandes ventanales y 1 puerta doble a ambos lados, en la parte posterior 2 ventanales, y en las sacristías laterales 4 ventanas cada una y una puerta de acceso.
Más tarde se encargó a Berlín (Alemania) un hermoso altar mayor de madera de encina, de estilo gótico, bendecido en enero de 1907, en el que cabe destacar algunos hermosos detalles, tales como el sagrario de bronce y, en su parte inferior, la última cena.
LA SOCIEDAD DEL NIÑO DIOS DE SOTAQUÍ
Con fecha 20 de febrero de 1925 el Excmo Sr. Obispo Dr. don Juan Carlos Silva Cotapos, a solicitud del señor cura de Sotaquí Don Juan N. Alcaide, aprobó la fundación de esta sociedad en dicha parroquia y sus estatutos.
El objetivo de esta sociedad era la de tributar un culto especial a Nuestro Señor Jesucristo en su imagen milagrosa del Niño Dios de Sotaquí.
Sus obligaciones eran la de llevar una vida prácticamente cristiana, ajustada a los preceptos de la moral, cumpliendo, de manera especial
LA FIESTA RELIGIOSA DEL NIÑO DIOS
Al hablar de la fiesta religiosa del Niño Dios de Sotaquí, de su historia, no podemos dejar de referirnos al ministerio sacerdotal del presbítero José Stegmeier S.
Cuatro años después de haberse hecho cargo por primera vez de la parroquia, le tocó enfrentar el terremoto del 6 de abril de 1943, cuyo epicentro fue en Sotaquí y que desbastó al pueblo y causó fuertes daños al templo y la casa parroquial. Gracias a los esfuerzos y porfía del padre José, se consiguió que no se demoliera el templo y el sacerdote, con sus conocimientos de ebanista, logró restaurar el templo, después de 14 años que no se pudo utilizar, se levantó con bloques de cemento la parte posterior, se agregaron dos torres laterales más bien de un estilo bizantino, y un pórtico o atrio de cemento, de estilo dóricas y sustentado en 8 columnas.
También, se construye una nueva casa parroquial, con siete piezas y un baño, de adobe y quincha, con un largo corredor.
Una de las tareas inmediatas que se propuso el párroco fue conseguir que para ese día en la zona imperara la Ley Seca; es decir, la prohibición total de vender alcohol a los visitantes y peregrinos. Esto se logró en forma muy lenta, pues a ciertos periodos de restricciones se sucedían otros de bastante liberalidad, pues esto dependía del criterio de las autoridades de Ovalle. Sólo a mediados de la década de 1970 se consiguió que esta ley predominara con continuidad.
El padre José logró que los feligreses y visitantes comprendieran el carácter sagrado de la festividad religiosa. También se preocupó de ofrecer a los peregrinos un lugar de oración y descanso, denominado "El Paltal", de dos hectáreas y media plantado con árboles frondosos.
A la fiesta religiosa en honor al Niño Dios, concurren generalmente unas 40 mil personas como promedio, provenientes de los más diversos puntos de la región, del país y aún del extranjero.
Durante la semana previa a la festividad, se efectúa en el templo parroquial el rezo de una novena en honor al Niño Dios.
En la década de 1980 el templo parroquial se elevó al título de Santuario del Niño Dios de Sotaquí, siendo el párroco Presbítero Gustavo Cortés, su primer rector.
La devoción al Niño Dios se celebra dos veces al año. En primer lugar, la fiesta grande, el día 6 de enero si este corresponde a día domingo, de lo contrario el domingo siguiente, la que tiene una duración de 2 días y desde el año 1999 se celebra la fiesta chica, el primer domingo del mes de septiembre.
Los visitantes comienzan a llegar a Sotaquí, el día de la fiesta, desde muy temprano, en los más variados medios de movilización: microbuses, taxis, colectivos, automóviles particulares, camiones y camionetas. Algunos se dirigen directamente al templo con la finalidad de saludar al Niño Jesús, cumplir una manda o participar en los oficios religiosos. Otros se quedan deambulando por las calles del pueblo atraídos por los puestos comerciales o por el espectáculo folklórico de los bailes religiosos que danzan frente al atrio del templo o en El Paltal.
Al medio día, luego de la misa mayor, concelebrada por el Arzobispo de La Serena y varios sacerdotes, el Niño Dios, acompañado por la imagen de la Virgen del Carmen, es trasladado en procesión desde el templo hasta El Paltal, situado frente a la iglesia y a la plaza de Sotaquí. (1)
EL PALTAL "LUGAR DE ORACIÓN"
Para el mejor desarrollo de la fiesta religiosa del Niño Dios, era necesario observar y tomar medidas concretas. La primera es esta: procurar sombra.
Con el calor insoportable del 6 de enero era imposible que la gente se quedara en la Iglesia Parroquial, por las horas, ni tampoco podían estar en plena calle a todo sol. Casi por necesidad los peregrinos tenían que ir a los huertos, cantinas y ramadas. Pero justamente ahí les esperaba la perdición. ¡Hasta la plata de las mandas se la tomaban algunos"... He aquí una solución; con asombro de algunos buenos sotaquinos abrí el paltal, hoy llamado "el paltal viejo" y a los 14 años después planté todo el potrero parroquial con árboles, para que los peregrinos tengan sombra; casi dos hectáreas. (5)
Bibliografía:
1.- Sergio Peña Álvarez, "El Niño Dios de Sotaquí".
2.- Presbítero, Félix Alejandro Cepeda, "Novena del Niño Dios de Sotaquí"
3.- Parroquia del Niño Dios de Sotaquí, Libro de Crónicas Parroquiales.
4.- Alex Ortiz Núñez, Investigaciones y Archivo Personal.
5.- Parroquia del Niño Dios de Sotaquí, libro "Primer Centenario de la Imagen del Niño Dios de Sotaquí".
6.- Fotografía Alex Ortiz Núñez.